Miradas que dicen más que mil palabras.
Donde el brillo de los ojos compite con el claro de la luna. Donde un cruce de miradas compite con las chispas de un relámpago. Donde un leve parpadeo nos seduce, y una caída de ojos nos provoca.

Respiraciones entrecortadas.
Temiendo pecar, siendo falta tanto pasarse como no llegar. Queriendo pecar y cumplir penitencia pecando aún más.
Gozando de ese suave aroma ansiado en la distancia, venerado en la proximidad.

Roces suaves y delicioso, como sutil seda acariciándonos.
Aspirando a recorrer el contorno codiciado, anhelando memorizarlo, retenerlo entre los surcos de los dedos.

Sabores en sueños del placer de deslizarse por el cuerpo ambicionado.
Saboreando exquisitas sensaciones para nuestra boca. Caramelo dulce para deleite de la lengua, esa que para por donde pasa.

Bellas melodías que son palabras de amor.
Escuchando la música suspirada del deseo del cuerpo. La banda sonora jadeante de la pasión.

Acércate lentamente; recórreme con tus ojos, ilumíname con el brillo radiante del reflejo de tu deseo.

Respira el mismo aire que yo respiro; ese que nos envuelve, ese que nos trae un halo seductor exhalado por nuestros propios cuerpos.

Rózame con tu dedo; delineando el perfil de mi boca, que se entreabre a tu paso.
Dibuja en mi piel; marca el camino erógeno que tu recorrerás, que yo ofreceré, que ambos disfrutaremos.

Saborea mi elixir; agitado para ti, combinado con tu pócima secreta, y obtengamos sensual panacea.

Escucha mis ansias espiradas al cielo, queriendo recoger las tuyas como suave lluvia que impregne mi ser, que retumbe en mis oídos, como mágico eco.

Fundámonos en una confusión de gestos; lánguidos, misteriosos, arriesgados, provocadores.
Fundámonos el uno en el otro, sin restar nuestro yo, sumando el tu, para conseguir un nosotros.
Fundámonos en el erotismo de los sentidos, renazcamos al sentido del erotismo.
Disfrutemos de los sentidos, disfrutemos del erotismo; disfruta de mí, disfruto de ti.

Erotismo eres tú, erotismo soy yo... deseemos el erotismo.